Panamá no deja de ofrecer oportunidades. Cada vez, son más las personas que se las ingenian con tal de lograr algo de dinero. En esta ocasión, una visitante colombiana decidió probar suerte en Panamá, y junto a toda su familia llegaron para establecerse oficialmente.
Ante la falta de oportunidades en empresas formales, Liliana Rangel, a pocos días de haber llegado al país, decidió salir a vender empanadas y chichas. Con ayuda de amigos y su esposo, esta colombiana, sin vergüenzas ni aprehensiones, decidió salir a trabajar ella misma. Mientras alguno de los dos hace un mandado, el otro queda a cargo del puesto.
A pesar del arduo trabajo que esto representa, Liliana asegura que lo que más la ha afectado es el cálido clima de Panamá. "Por cosas del destino llegamos acá, y nos tocó empezar con la primera oportunidad que se nos presentó", explicó Liliana.
Hasta el momento, el trabajo ha dado para cubrir los gastos del hogar, y la calidez con la que han sido tratados, los ha dejado tranquilos.
Liliana supo aprovechar la oportunidad que tuvo, y así como ella lo hizo, recomienda a todas las personas que "se pongan en las pilas, ya que cualquier cosa que uno haga, siempre y cuando sea buena, los puede ayudar a salir adelante".
VARIEDAD
Liliana vende empanadas de queso, pollo y carne a 25 centésimos. Además, chicheme, chicha de naranja natural y más, a 25 centésimos.
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