En su querido Chilibre, al lado de sus padres Florencia y Manuel, el pequeño niño, amante del béisbol, observa con mucho entusiasmo la celebración de muchos jugadores luego de coronarse campeones en la Liga Nacional en la Gran Carpa.
En ese momento, de forma inocente, ese niño emitió las siguientes palabras: "Algún día me colocaré una gorra de campeón en alguna división".
Hoy, aquellas palabras de ese menor, de nombre Manuel Corpas, se han hecho realidad.
"Ese fue mi principal sueño. Recuerdo que cuando estaba en Panamá veía a los equipos que se coronaban campeones tanto en la Liga Americana como en la Liga Nacional, e inmediatamente se colocaban una gorrita. Yo me quedaba mirando la televisión y decía que algún día iba a llegar a ser campeón. Gracias a Dios, mi sueño ya lo cumplí", dijo ayer Corpas, de 24 años.
Vía telefónica desde Denver, Colorado, el cerrador de los Rockies confesó que nunca estuvo en sus sueños, ni cuando era un niño, llegar a una Serie Mundial.
"Mi primer sueño de niño era firmar para jugar pelota profesional y lo logré. Luego mi sueño era salvar por lo menos un juego en las Grandes Ligas y lo logré.
Sin embargo, jamás soñé estar en una Serie Mundial, pero gracias a Dios, hoy estoy viviendo un momento maravilloso", enfatizó.
NERVIOS DE ACERO
La voz de Corpas irradiaba ayer mucha alegría, y no era para menos. Un día antes (lunes por la noche) había salvado el juego que proclamó a los Rockies como los nuevos campeones de la Liga Nacional al vencer 6-4 a los Cascabeles de Arizona, en el cuarto juego de la serie que barrieron por 4-0 al mejor de siete partidos.
Precisamente, Corpas habla sobre este último juego, en el que entró desde el octavo episodio, con dos "outs" en la pizarra.
"Cuando Brian Fuentes permitió el vuelacercas de tres carreras, que puso el juego 6-4, sabía que me iban a llamar a lanzar. Así que antes de que me dijeran que calentara en la octava entrada, ya yo estaba soltando mi brazo derecho", explicó.
Al llamado del director de los Rockies, Clint Hurdle, el derecho de Chilibre respondió a la perfección, sacando los últimos cuatro "outs" del partido con un imparable permitido y un ponche.
"Gracias a Dios, nunca me siento presionado en este tipo de situaciones. Siempre me mantengo tranquilo y respiro profundo. A pesar de que había un corredor en tercera base, pude sacar el octavo episodio y luego el noveno", declaró.
LISTO PARA CUALQUIERA
Ahora Corpas y los Rockies deben esperar hasta el próximo 24 de octubre, que es el día que se inicia la Serie Mundial sea contra los Indios de Cleveland o contra los Medias Rojas de Boston.
Consultado sobre a cuál de los dos equipos les gustaría enfrentar, Corpas respondió que a cualquiera.
"Independientemente del equipo que se corone campeón en la Liga Americana, yo le pido a Dios que me siga iluminando, para que pueda seguir haciendo mi trabajo, y así darle más alegría a todo Panamá", comentó.
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