Margarita debe estar que le duelen los pies. (Foto: Miguel Cavalli / EPASA)
Luis Trujillo
| DIAaDIA
Otra vez los santeños pudieron disfrutar de la voz de su ídolo más grande, Margarita Henríquez. Y es que una vez llegó a su pueblo, hubo un megashow por todo lo alto. Desde tempranas horas del miércoles, miles de personas se apostaron en el Parque Rufina Alfaro para disfrutar de una constelación de estrellas, como el "Mechi Blanco", Ulpiano Vergara, quien deleitó con varias piezas. Antes del tipiquero, el Ballet Folclórico de Azuero hizo una pequeña presentación con el baile "Margarita ganadora".
Era una noche para el folclor, ya que luego de "Ulpi", Alejandro Solís se apoderó de la tarima para dedicarle un par de temas a su colega, que fueron escuchados por miles de personas que coreaban y bailaban.
La décima panameña no quedó por fuera. Miguelito Rivera y Kenisín se encargaron de elogiar a la ya conocida ganadora. Algunas de esas composiciones fueron hechas exclusivamente para ella. La adrenalina subió cuando Sandra y Samy se apoderaron del parque. Como siempre se formó la locura y casi todas las personas cantaban sus temas "El traguito", "Bla, bla, bla" y otros más.
Por supuesto que el padre de la triunfadora no pudo faltar. Él, con su acordeón, interpretó un par de temas. Kako y Jérez, la nueva promesa de la música azuerense, también dijeron presente con tremendo tamborito.
Fue algo así: por un lado Víctor Ballestero tocaba el acordeón, por el otro Juancín saltaba, y para darle el toque, Margarita salomaba, la verdad que fue tremenda alegría. Para cerrar con broche de oro, Margarita cantó el tema "Vuela", que fue cantado al unísono por los presentes. Claro que los reconocimientos nos faltaron, pues el Club Activo 20-30 le entregó uno, y otras personalidades también. El show acabó a eso de las 10:45 p.m. con una Margarita cansada, pero feliz de compartir con su pueblo.
Después del espectáculo, la chica se dirigió a su casa, donde estaba otro grupo de personas, pero lo interesante es que estaba vigilada por policías para que nadie entrara. Ayer, Margarita recorrió su pueblo caminando, ya que quería saludar a sus vecinos y amigos. ¡Así se hace!