Ser policías les dio un giro a sus vidas, pues mientras estaban en su faena, tuvieron incidentes que los dejaron con alguna discapacidad. No obstante, estos uniformados siguen sirviendo a la patria.

Este es el caso de la teniente Mayinda De Gracia, el subteniente Sergio Villarreal y el cabo primero David Alfonso De León. Las experiencias por las que ellos han pasado son duras; sin embargo, son un modelo de tenacidad y compañerismo.

La esperanza es lo último que...

La teniente Mayinda De Gracia labora desde hace cuatro años en su silla de ruedas, tras un accidente que le ocurrió con un arma de fuego. A pesar de su diagnóstico, Villarreal sonríe al recordarlo. Ella necesita, para volver a caminar, un tratamiento que le permita regenerar los tejidos de su médula ósea. Esto sólo se realiza en el extranjero, por lo que la teniente Mayinda no pierde la esperanza de alcanzar este objetivo.

"No hay tiempo para lamentos"

Actualmente, De Gracia se desempeña en la subestación de Policía en Atalaya, Veraguas. Diariamente, una vez termina su jornada, acude a sus terapias en el Hospital Luis Chicho Fábrega donde practica relajamiento muscular, fisioterapia, ejercicio de barra y otras terapias musculares. En estas sesiones le acompaña su hermana Omaira. Otra que no se despega de ella es su nieta Claudia Patricia, de siete años, y a quien la teniente considera "su gran amor". "No tengo tiempo para lamentos, y añoro volver a caminar para poder atender a mi querida hija, " expresó De Gracia. "Confío en Dios para viajar al extranjero y recibir el tratamiento que me permita recuperar la movilidad en mis piernas".

Una vasta experiencia

DIAaDIA conoció que De Gracia laboró en la Zona de Policía Metropolitana, en la cárcel El Renacer, Protocolo, Relaciones Públicas, Grupo de Apoyo al Servicio, entre otros.

¡Es loable! El Rev. Reginio Aguilar, párroco de la Iglesia de Atalaya, y la corregidora Yelideth De León destacaron el empeño de la teniente De Gracia por su entrega a esta profesión.