
Maneja solo de día.
Maneja solo de día.
Maneja solo de día.
Para él, su auto es su carta de presentación.
Al mejor estilo de las películas
Aunque pasa la mayor parte del tiempo detrás de un volante, es feliz.
Le gusta ofrecer un buen servicio. Foto: ROBERTO BARRIOS
Maneja solo de día.
Para él, su auto es su carta de presentación.
Al mejor estilo de las películas
Aunque pasa la mayor parte del tiempo detrás de un volante, es feliz.
Le gusta ofrecer un buen servicio. Foto: ROBERTO BARRIOS
Maneja solo de día.
Para él, su auto es su carta de presentación.
Al mejor estilo de las películas
Aunque pasa la mayor parte del tiempo detrás de un volante, es feliz.
Le gusta ofrecer un buen servicio. Foto: ROBERTO BARRIOS
Maneja solo de día.
Para él, su auto es su carta de presentación.
Al mejor estilo de las películas
Aunque pasa la mayor parte del tiempo detrás de un volante, es feliz.
Le gusta ofrecer un buen servicio. Foto: ROBERTO BARRIOS
Maneja solo de día.
Para él, su auto es su carta de presentación.
Al mejor estilo de las películas
Aunque pasa la mayor parte del tiempo detrás de un volante, es feliz.
Le gusta ofrecer un buen servicio. Foto: ROBERTO BARRIOS
Este humilde panameño lleva 12 años manejando taxi y aunque muchas personas piensan que no es un trabajo difícil, explicó que conlleva mucho sacrificio.
Yovany sale de su casa a las 4:00 a.m. para “ir al ruedo”, como se dice en buen panameño, hasta las 6:00 p.m., hora en que regresa cansado a su hogar.
Con este trabajo mantiene a su esposa y a sus cuatro hijos, quienes dependen únicamente de él.
Para él, los días más difíciles para manejar son los miércoles, porque a su juicio nadie quiere agarrar taxi por comprar lotería.
Según Yovany, el trabajar de noche es un peligro y muchas veces, con el dolor en su alma, le tiene que decir a los pasajeros que no los puede llevar a ciertas áreas por la peligrosidad, es por eso que prefiere no trabajar de noche.
Para él su carta de presentación es tratar bien a los usuarios y las únicas diferencias que ha podido tener con algunos es que no le quieren pagar lo que cuesta la carrera, ya que ahora subió un poquito y “el usuario no se acostumbra a pagar un poquito más”, aseveró.
Este hombre tiene 38 años y quiere darle a sus hijos un mejor futuro, es por eso que día tras día se esfuerza para que este sueño se haga realidad.
Su mayor pasión es la decoración, es por eso que su taxi siempre está limpiecito y bien decorado, para que el usuario se sienta cómodo.