
María es ejemplo de superación.
FOTO: ROBERTO BARRIOS
María es ejemplo de superación.
FOTO: ROBERTO BARRIOS
Tiene mucho que ofrecer. Con la esperanza de tener un mejor futuro para su familia y alejarse de la violencia de su país, hace tres años María Quintero junto con sus hijos inició un viaje por vía terrestre que duro más de cinco días. Ella es de nacionalidad colombiana, pero ya es una extranjera regular en el país.
Relató que su esposo llegó primero al país y empezó a laborar como albañil; lo poco que recogió se lo mandó a ella para que realizara el viaje. El primer año fue difícil para ellos, pero gracias a algunas manos amigas panameñas, como el Servicio Jesuita a Refugiados (SJR), logró comprar un terreno y construir su casa.
Ahora sus hijos estudian, y agradece a Dios la oportunidad de tener una vida mejor en este hermoso país, afirmó María.
Ayer, ella junto a unos 20 extranjeros, algunos de ellos refugiados que luchan por su estadía en el país, recibieron una capacitación por parte de la Autoridad de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Ampyme), que les dio algunas estrategias para echar adelante sus pequeños negocios y tener sus propios ingresos.
El SJR tiene la hermosa labor de acompañar, servir y defender los derechos de los refugiados y desplazados forzosos.