Las peleas entre hermanos son un aspecto normal del crecimiento de todos los niños. Los hermanos suelen pelearse entre cinco y siete veces por hora, números que pueden variar si tiene hijos intranquilos.
Para que sus niños no lleguen a los puños, preste mucha atención.
CONSEJOS:
Hable con su hijo de una manera neutral: Haga énfasis en que pelear va contra las reglas de la casa, ya que así lo enfoca en la corrección de la conducta errónea y no tanto en el porqué del incidente que, al fin y al cabo, ya sucedió. Actúe rápido: Sepárelos antes que lleguen a pelearse. Distráigalos para que olviden el incidente. Limítese a escucharlos. Recuerde que las peleas entre ellos no van a cesar sin importar lo que haga, ya que son parte normal del desarrollo; pero cuando observe que están haciendo un esfuerzo para llevarse bien, debe reconocer sus méritos. Una manera favorable sería recompensándolos por ser "tan buenos hermanitos".
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