Como la canción de Pedro Altamiranda, lo que usted quiera puede encontrarlo en el negocio de Macario Rodríguez, quien a los 27 años abandonó los caballos, puercos, arrozales y su natal Veraguas para venir a la ciudad.

"Trabajando en un almacén, aprendí lo que era el comercio, porque Panamá es un país de oportunidades, entonces, cuando me jubilé, emprendí la aventura de convertirme en comerciante, comencé con una tienda en Chilibre, luego me mudé a este lugar y puse este pequeño negocio, que ahora mismo suma más de 3 mil dólares", dijo Macario.

Desde hace un año trabaja en el negocio ubicado en la piquera de Torrijos-Carter, en donde vende bicicletas, destornilladores, libros, llantas y muchos otros artículos.

Es una ferretería en donde toda la mercancía es usada y se la compra a aquellas personas que, de repente, como dice él, no tienen dinero para poner nada en la paila y venden algo que tienen en su casa.

Macario tiene 62 años y no sabe leer, pero eso no ha sido impedimento para ser exitoso en todo lo que ha emprendido; además, piensa que el mayor orgullo de un hombre de campo es poder demostrar que el trabajo donde sea y como sea se puede realizar y ser ejemplo de tenacidad para los demás.

También comentó "que cuando se tiene la disposición no hay ningún oficio al que le diga que no, pues desde que llegó a la ciudad ha hecho de todo".

Hoy se siente contento y satisfecho por los logros, y con su esfuerzo han estudiado todos sus hijos. Macario trabaja desde las cuatro de la mañana hasta las ocho en este puesto, luego se va a la casa y atiende otro negocio que tiene.

Fotos Jesús Simmons

MEJOR PRECIO

Todo lo que usted quiera en ferretería, puede adquirirlo en el negocio de Macario, y a muy bajo costo.