Feliz con su labor. Querube Denhem, aparte de ser voluntaria de la Cruz Roja, es de profesión asistente clínico. Pero el desempleo la motivó a tomar la presión en las calles a 50 centavos, al igual que otros 7 compañeros más, dispersos en sitios concurridos.

Es madre soltera y con los dividendos mantiene a sus tres hijos, destaca que como ella, hay entre 80 a 100 personas capacitadas y sin empleo.

Hoy día, pasa la mayor parte del tiempo en el centro comercial El Dorado y, además de tomar la presión, atiende a las personas que han sufrido allí paro cardíaco, fracturas, caídas, desmayos e hipertensión, por lo que su modesta silla de metal se ha convertido en una camilla.

Considera que los hospitales deben ser centros especializados en traumas, no sólo el Santo Tomás, para enfrentar situaciones como terremotos e inundaciones.

Le reconforta que tomándole la presión a las personas, es una manera de concienciarlos de la importancia de la presión, porque el panameño lleva un estilo de vida desordenado.