Faustino Sánchez entró al mundo de la música desde que tenía 13 años, cuando participaba en la banda del Colegio Moisés Castillo Ocaña de La Chorrrera. Hoy es la primera trompeta de la Orquesta Sinfónica Nacional.
Dentro de sus proyectos está la preparación de un semillero de músicos, que ya empezó con la escuelita que funciona en la biblioteca del plantel José María Barranco de La Chorrera.
Está orgulloso que sus estudiantes son los más avanzados cuando llegan al Conservatorio Nacional o a la Universidad de Panamá y lo más curioso y digno de resaltar, es que no les cobra ni un centavo.
Ah, pero no todos pueden llegar a esta academia, como la llama Faustino, sino los que realmente muestran interés y entusiasmo por aprender. "No es que los chifeo, sino que ellos mismos se corren, cuando les empiezo a dar los lineamientos de la trompeta", indica.
Destaca que la matriz de los mejores músicos panameños está en La Chorrera.
En la Orquesta Sinfónica hay seis; en la Banda Republicana, unos 25 músicos chorreranos; en la Policía, cerca de 30 y en los Bomberos, cinco.
Todos son el resultado de la enseñanza de hombres como el desaparecido Rufino Lorenzo González y el profesor Virgilio Escala, que con esmero y tesón los formaron.
Faustino tiene la satisfacción de haber grabado junto a Rubén Blades, La Rosa de Los Vientos, ganadora de un Grammy y ha hecho gira con este artista a Los Ángeles y Puerto Rico. El año pasado acompañó a Andy Montañez, junto a Roberto Delgado, otro panameño, por 19 días en Korea del Sur.
"El Maestro" reconoce que en Panamá la cosa está dura para los artistas y compara la situación con lo que pasa en Puerto Rico. "El reggaetón ha asesinado a los artistas del género de salsa, porque no trabajan, o han tenido que hacer otras cosas, como Pedro Arroyo, que vende seguros y otros que son guardias de seguridad.
RETO
A los artistas como Gilberto Santa Rosa aquí le pagan B/.60 mil y a un nacional B/.1,500.
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