Cuando en la familia hay una persona con discapacidad, todo padre se pregunta: ¿Qué será del futuro de mi hijo cuando no esté?
En muchas ocasiones los mejores ejemplos que nos da la vida son de personas especiales o con discapacidad.
Ulivis E. Castillo es uno a seguir. Su dificultad en el aprendizaje no ha sido impedimento para seguir alcanzando sus metas.
Tal vez usted no sepa que los productos que muchas veces adquirimos en los supermercados son empacados e insertados por las manos de Ulivis. Junto a 38 jóvenes más labora en Industrias de Buena Voluntad, en el taller de empaque. Él tiene siete años realizando esta tarea.
Para Ulivis, aportar a la economía familiar es un verdadero placer y más contento está porque es el orgullo de su padre.
ANIVERSARIO
Ayer, las Industrias de Buena Voluntad cumplieron 37 años de estar capacitando e insertando productos.
Sheyla Sánchez, directora ejecutiva, informó que anualmente se reciben 2 mil 300 solicitudes para ingresar al programa. Los aspirantes son personas con discapacidad física, problemas de aprendizaje, retardo mental, y personas que han sido excluidas de la fuerza laboral y requieren ser entrenadas.
Los que integran los programas tienen entre 16 y 35 años.
FACILIDADES
Hay talleres de metales, empaque, comida rápida, mantenimiento, limpieza industrial, informática y los laboratorios empresariales, costura y belleza.
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