Amarga madrugada. La familia Guzmán dormía plácidamente en su residencia ubicada en El Rosal, sector de Talamanca en Arraiján, cuando sujetos armados irrumpieron a eso de la 1:00 a.m. para robarles.
César Guzmán, propietario de la casa, contó que eran entre cinco a ocho los hombres con el rostro al descubierto. Éstos envenenaron a los dos perros y entraron por una ventana directo a la habitación principal.
MINUTOS DE TERROR
Fue entonces cuando, apuntando con un arma, empezaron las amenazas para que el señor Guzmán entregara el dinero de la caja fuerte y las prendas.
Al escuchar ruidos, el hijo de la pareja se despertó y trató de socorrer a sus padres, pero al momento del forcejeo, los delincuentes lo golpearon con la "cacha" del arma, le rompieron la cabeza y le quebraron la mano derecha. Luego procedieron a amordazarlos con los cables de los cargadores de celular.
La hija de los Guzmán también se levantó y al salir de su cuarto vio cuando un hombre de tez morena golpeaba a su hermano. Entonces corrió y llamó a la policía.
¿SAPEARON?
Se presume que hubo fuga de información, pues al parecer los delincuentes sabían que había dinero en la casa, ya que como explicó César, él es gerente de una empresa en la Zona Libre de Colón y se iba ayer de viaje de negocios. Se llevaron entre 8 a 10 mil dólares en efectivo, dinero que usaría para sus gastos del viaje. Además, se apoderaron de las prendas.
Ahora, las autoridades están tras la pista de los sujetos que lograron darse a la fuga.
BRINDARON
Los ladrones se tomaron el tiempo para abrir una botella de whisky que había en la vivienda y tomarse unos tragos.
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