Se cae a pedazos. En una casita de quincha, con piso de tierra, pocos utensilios y escasos muebles para sentarse o para descansar, pasa sus días Rosaura González, quien a sus 56 años de edad sólo tiene un sueño: "vivir en una casa digna".

PROMESA

"Tengo casi 30 años de vivir en esta casa, muchas personas, propios y extraños, que han venido al lugar; políticos y las autoridades, me han prometido construir una mejor vivienda, pero sólo han sido palabras", indicó Rosaura, quien ha vivido toda su vida en La Concepción de Parita, provincia de Herrera.

LUCHADORA

Para ella la vida no ha sido fácil. Tiene siete hijos, aunque hoy, ya adultos, no ganan lo suficiente para mejorar su calidad de vida.

Junto a ella viven cuatro, que aunque quieren, no pueden ayudar a mejorar su condición de vida, pues en este lugar la única actividad económica que existe es el Ingenio, que ofrece trabajo solamente en los meses de enero a abril (cuando es la zafra) y el resto del año los lugareños recorren los pueblos cercanos para recoger las cosechas y ganarse su sustento, que no alcanza los cinco dólares diarios. Estas labores, por lo general, sólo demoran lo que dura el periodo de la cosecha.

SIN RESPUESTAS

En este año, ha viajado en más de tres oportunidades al Ministerio de Vivienda (MIVI), ubicado en Herrera, para encontrar respuesta a su delicada situación, pero ha sido en vano.

ESPERANZA

Rosaura mira con tristeza cómo su casa se cae a pedazos, porque ya no resiste más las inclemencias de la naturaleza, pero no pierde la esperanza de tener una mejor vivienda donde pasar el resto de sus días.

SIN PAREDES

Para que la casa no se le caiga encima, le colocan algunos palos. Además, unas hojas de zinc sirven como paredes.