
El sistema educativo de los scouts no es formal, es decir, no funciona como en la escuela, donde el niño llega a escuchar lo que enseña la maestra, toma notas y estudia. “Acá, como decimos a nivel de la manada, los niños aprenden haciendo, mientras que en la unidad aprenden a través de la aventura y de la exploración”, enfatiza Nidia Sandoval, directora del grupo 37 Santa Mónica.
Es un tipo de educación en la cual se refuerzan los valores y otros aspectos que no se enseñan en las escuelas ni en los hogares como irse de campamento, montar una tienda, hacer señales con banderas, saber dar primeros auxilios, etc.
El interés es formar un muchacho que desde ahora sea un joven de bien para formar un hombre del mañana con buenas características, con muchos valores, con capacidad de liderazgo. Son los principales objetivos de los grupos scouts.
Llegan niños indisciplinados y aunque son muy pocos, la dirigencia está entrenada mediante cursos para manejar la hiperactividad, negativismo y otras dificultades. Además, los niños están tan ocupados en diversas actividades durante algunas horas que se les olvida o no tienen tiempo para otra cosa. Y así lo van dejando atrás.