
Debes contar con un lugar tranquilo, tener todo a mano, silla cómoda y luz eficiente, nada de música ni te televisión. No insistas en que puedes oír música y estudiar. Puedes escribir, dibujar, etc., pero no estudiar con música porque no te puedes concentrar ni memorizar nada.
No te levantes a cada rato, mantente sentado por lo menos 45 minutos corridos, depués descansa entre 5 a 10 minutos y continúa.
También es necesario tener un horario de estudio. En secundaria, puedes invertir entre media hora a una hora para hacer las tareas y hasta una hora para estudiar, pero si en la semana no has invertido unas 10-12 horas de estudio, debes trabajar más fuerte el fin de semana y un poco más cuando estés en exámenes.
Puedes dejar para el fin de semana los trabajos especiales como los dibujos, investigaciones, álbumes, etc.
Una vez en el salón de clases, aprovecha el tiempo. A veces hay momentos en que puedes adelantar algunas tareas o empezar a estudiar un tema. Cuando llegues a casa, lo que te falte será menos.
Los apuntos son claves. Por lo general, los profesores aportan información que no está en los libros. Aprovéchala.
Si da apuntes, sigue atento y toma nota en todo lo que puedas, con sentido común. Subraya aquello que repite porque es lo que considera básico. Así, cuando vayas a repasar, todo te resultará más fácil.
Si faltas a clases, no esperes al último momento para conseguir todo lo que hicieron, ponte al día lo más pronto posible.