Rompe sus barreras

Los médicos le dijeron a su mamá que no iba a vivir más de 14 años, porque el desarrollo podría ser muy fuerte para él, sin embargo hoy día camina y habla con mucha dificultad.

Su madre, Celia Cáceres, quien se preocupó en cada momento por él, le enseñó que debía ser perseverante y tratar de conseguir las cosas de la mejor manera.

Beto, como le llaman sus amigos, vive en Samaria, San Miguelito, y ha superado algunas circunstancias de su vida, ya que tiene un pequeño puesto de pastillas, galletas y toallitas, en el puente de Las Colinas en San Miguelito.

Él comenzó con tres cajas de pastillas, para ver cómo le iba; le fue tan bien que hoy compra de cinco a seis cajas.

El dinero que gana es para aportar a la economía de su hogar y para ayudar a sus dos pequeñas hermanas que están en la escuela.

Beto tiene miedo de que lo saquen del puente donde labora, ya que este es su único sustento y es en donde puede defenderse, obteniendo su propio dinero de manera honrada y sin ayuda de nadie.

Humberto comienza su jornada a la 7:00 a.m. y termina a las 5:30 p.m., de lunes a sábado. Por estar laborando en una zona muy “caliente” termina temprano su jornada, para evitar que le roben lo que le cuesta tanto conseguir.

Como toda persona, tiene grandes sueños, uno de los cuales es tener su propio local en donde pueda atender mejor a su clientela. Además, poder darle a su madre todo lo que se merece; sabe que con su esfuerzo y perseverancia logrará ayudar a su progenitora.