Angustiosa espera
Un sacerdote bautizó al niño ayer. Su padre quiere entregar a su hijo a Dios como el ángel que era y seguir adelante con su familia.

J. Saldaña | Chiriquí, DIAaDIA

El corazón de Alan Castillo no aguanta más dolor al ver a su hijo de ocho años debatiéndose entre la vida y la muerte en el hospital Obaldía, mientras que su madre falleció el pasado viernes y sus dos hijas, hermana y cuñado resultaron gravemente heridos en un accidente de tránsito, causado por la imprudencia de otro conductor.

La muerte de su madre, Yolanda de Castillo, de 53 años, quien hace pocos días había obtenido un título de Magíster en Docencia y se destacaba en la comunidad de Barú, fue instantánea, cuando su Toyota Tercel gris fue impactado por un panel blanco.

Testigos que auxiliaron a los heridos vieron cuando el panelcito de "Repuestos Tavo" iba a gran velocidad, detrás de una Land Cruiser blanca, "como haciendo regata", mientras llovía por el sector de San Valentín el martes.

El busito se abrió a cruzar a la camioneta y chocó contra el Tercel, que dio varias vueltas, mientras que el busito cayó en el monte.

Con Yolanda viajaban sus nietos: Angi Gabriela Rodríguez, de 9 años, que resultó con heridas en la cabeza, al igual que su hermanita Valeria Anette Castillo, de 5; Ángel Daniel Castillo, de 8 años, a quien se le ha diagnosticado muerte cerebral; Yolanda Castillo hija, de 26 años, que aún está en el hospital, y su novio Lorenzo Araúz. Alan Castillo dice que la ley es muy flexible, porque el responsable está suelto.

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