Por enésima vez, a través de esta tribuna, reconocemos la capacidad del púgil Luis "El Nica" Concepción para llegar a ser algo más que un campeón mundial interino mosca.
Es evidente que este chico tiene todo para seguir brillando en este difícil mundo del boxeo y quedar en la historia como uno de los más grandes de este deporte en Panamá y Latinoamérica.
Pero no menos cierto es que todo lo logrado hasta ahora puede echarlo a perder por sus actitudes fuera de los cuadriláteros.
De seguro que él lo sabe, y quienes están a su alrededor también. No hay dudas de que necesita ayuda, de un buen consejero que lo guíe por el buen camino.
Rigoberto Garibaldi, uno de sus entrenadores, ya empezó con parte de la ayuda que requiere el campeón: la espiritual. Ese es un gran apoyo que no tenía antes, pero necesita más, requiere del respaldo sincero de sus amigos -no de los manzanillos- y de buena ayuda profesional.
Es tanto el carisma que tiene Concepción que así como los panameños viven con gran emoción sus triunfos, también empiezan a preocuparse por este tipo de incidentes policivos en los que se ve involucrado, y llegan a pensar lo peor.
"Es carne de presidio, es una bomba andante". Esas son algunas de las expresiones que he escuchado en las calles de aquellos amantes del boxeo que están pendientes de sus actuaciones, tanto dentro como fuera del cuadrilátero. "Nica", en lo personal, creo que estás a tiempo de corregir el rumbo, de seguro nadie te quiere ni en las cárceles ni en el peor de los casos, muerto. Todos queremos seguir viéndote levantar las manos en señal de victoria como un gran campeón que eres.