Un trabajador incansable

Él es muy conocido por las personas que transitan o viven por el área de Ancón. Su trabajo no es fácil, pues debe levantarse a las 5:00 a.m. a preparar todo lo que van a vender, lo más difícil son las chichas de naranja que hay que pelar más 100 para sacar un jugo puro que le guste a todos, también la mezcla de la avena demora, ya que hay que saber qué cantidad de leche debe llevar.

Acompañan el menú

Domingo explicó que las empanadas y los dulces que acompañan las chichas son un poco más fáciles, pues vienen preparadas [las empanadas] y solo las debe freír. Pasado todo, este humilde trabajador se dispone a salir de su casa ubicada en Mano de Piedra, San Miguelito, cargando con su equipo de trabajo, a veces en bus, otras en taxi.

El progreso de su negocio le ha permitido darle una buena educación a su hija y ahorrar algo de dinero para planes futuros que involucra tener más carritos de ventas de comidas rápidas y quizá un restaurante, pero mientras eso llega, seguirá vendiendo las mejores empanadas y chichas de Panamá.

El que oye consejo llega a viejo

Después de estar tres años en este negocio, Rodríguez se percató de que la forma más fácil de triunfar es escuchando consejos de las personas y nunca perder la fe de que Dios tiene algo mejor para todos.