Así lo manifestó hoy el director del Programa de Investigación del Clima Mundial (WCPR por sus siglas en inglés), Ghassem Asrar, quien expresó la necesidad de una mejor coordinación entre los países centroamericanos y de una mejora institucional para anticipar, prevenir y responder a este tipo de desastres."En t
érminos de magnitud de impacto, de duración y del efecto devastador que tiene, con avalanchas de tierra y perdida de vidas, realmente sí podemos considerarlo un evento extremo", declaró Asrar en una rueda de prensa para presentar una conferencia internacional sobre el clima que se celebrará la próxima semana en Denver (EEUU).Asrar recordó que la consideración de "extremo" no tiene que ver solo con el historial meteorológico de un evento, sino también con el impacto social y económico que produce en la zona afectada.El responsable del WCPR indic
ó que científicos sudamericanos y centroamericanos, con ayuda de colegas estadounidenses, ya trabajan para determinar las causas detrás de este temporal, pero subrayó la necesidad de que América Central se dote de una red regional para mejorar en el futuro.Según Asrar, el WCPR, órgano dependiente de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), trabaja con el resto del sistema de la ONU para "establecer redes regionales de organizaciones científicas que hagan este tipo de estudios de una manera rutinaria, en vez de tratar cada evento de manera individual cada vez que ocurren".