
Ana, con la ayuda de su hermana, ha logrado realizar manualidades muy vistosas para el público.Fotos: ROBERTO BARRIOS
Ana, con la ayuda de su hermana, ha logrado realizar manualidades muy vistosas para el público.Fotos: ROBERTO BARRIOS
Ana, con la ayuda de su hermana, ha logrado realizar manualidades muy vistosas para el público.Fotos: ROBERTO BARRIOS
La gallinas son muy buscadas por los clientes.
Es muy dedicada.
Tejen animales.
Los clientes siempre cooperan.
Ana, con la ayuda de su hermana, ha logrado realizar manualidades muy vistosas para el público.Fotos: ROBERTO BARRIOS
La gallinas son muy buscadas por los clientes.
Es muy dedicada.
Tejen animales.
Los clientes siempre cooperan.
Ana, con la ayuda de su hermana, ha logrado realizar manualidades muy vistosas para el público.Fotos: ROBERTO BARRIOS
La gallinas son muy buscadas por los clientes.
Es muy dedicada.
Tejen animales.
Los clientes siempre cooperan.
Ana, con la ayuda de su hermana, ha logrado realizar manualidades muy vistosas para el público.Fotos: ROBERTO BARRIOS
La gallinas son muy buscadas por los clientes.
Es muy dedicada.
Tejen animales.
Los clientes siempre cooperan.
Ana, con la ayuda de su hermana, ha logrado realizar manualidades muy vistosas para el público.Fotos: ROBERTO BARRIOS
La gallinas son muy buscadas por los clientes.
Es muy dedicada.
Tejen animales.
Los clientes siempre cooperan.
Gran virtud. Ana Moreno lleva más de 15 años realizando manualidades de todo tipo, con sus únicas herramientas, dos agujas.
Con ellas ha logrado crear un sinnúmero de objetos como: gallinas, conejos, sombreros, vinchas y muchos más. Todo para que las personas puedan disfrutar de sus artesanías.
Moreno ha creado para sus clientes un espacio que tiene que ver con el arte de tejer y de realizar manualidades en su pequeño local para la venta de sus accesorios, ubicado en Parque Lefevre. De esta manera, y poco a poco, educó a sus hijos, de quienes hoy día se siente muy orgullosa.
La mayor visión de esta humilde panameña es poder compartir su pasión por el tejido, intercambiar ideas y patrones, además de generar lazos de amistad con todo tipo de personas que llegan a su local.
Ella, en sus ansias por seguir aprendiendo, ha logrado participar en diferentes cursos de manualidades que le ha brindado la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM), con los que ha perfeccionado cada una de sus técnicas.
Su mayor meta es poder agrandar su local, para tener mejor espacio y comodidad, tanto para ella como para todos sus clientes.
Con su gran cariño y dedicación, ha logrado ganarse la admiración de muchas personas.
Para Ana, lo más importante es superarse bajo cualquier circunstancia, puesto que en la vida hay muchas adversidades que hay que saber sobrellevar.
A los jóvenes les aconseja que “la imaginación es lo más lindo que nos pudo regalar Dios; aprovéchenla, que de ella salen cosas que pueden cambiar el rumbo de sus vidas”.