A veces, los tornillos se quedan mal encajados y resulta imposible volver a sacarlos para ponerlos bien. Si desea saber, una de las formas más prácticas y poco utilizadas es mojar la cabeza del tornillo con agua oxigenada y dejarla actuar durante unos minutos. Luego desatornille y verá cómo aflojarán sin ninguna dificultad.
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