No tiene consecuencias negativas. En un recorrido realizado por algunos cibercafés, DIAaDIA pudo constatar con sus dueños que el decreto que prohíbe que los menores de edad puedan acceder a páginas pornográficas, en estos establecimientos, no tiene ningún resultado negativo. "Nosotros tenemos advertencias en todas las máquinas, en ellas se les indica a los menores de edad que está prohibido acceder a páginas porno; además, tenemos software que limita la entrada a estos sitios, por lo que este decreto no afecta en nada el negocio", dijo Américo Quintero, de Cibernética Andina en Los Andes.

José Salinas, de Internet Central, ubicado en la Avenida Central, afirmó: "Aquí vienen muchos jóvenes a realizar trabajos de la escuela y tenemos a una persona encargada de vigilar el buen uso del Internet, por lo que el decreto no me afecta".

Pero, según José Pérez, de Pleassed On Line en Los Andes, aunque se controla el acceso a las páginas pornográficas, lo único que no se puede controlar es el chat. A los chicos les gusta chatear y por este medio pueden conversar con personas que los pueden inducir a hacer cosas y en esto no se puede tener control. "El control debe venir de casa", dijo Pérez.