Reportes antiguos sostienen que la leche ha sido utilizada como un producto de belleza. Un digno ejemplo de eso son los famosos baños de leche de cabra que se hacía Cleopatra para embellecer su piel. Los tiempos han cambiado y esto ha variado, aunque muchos productos contienen leche en su composición.

Pero con toda esa ventaja, los trucos caseros no pasan de moda y siguen funcionando.

Si tiene sensación de tirantez en su rostro, un remedio efectivo para salir del paso es pasarse un algodón empapado de leche por la cara. Verá cómo nota la piel más confortable e hidratada.

Si después de depilarse las piernas aparecen marcas rojas, empape un paño en leche fría y póngalo sobre las piernas.

Para tener unos pies suaves y descansados, mezcle 12 taza de sal con 13 de aceite de oliva. Por otro lado, caliente un litro de leche entera. Introduzca los pies en la leche durante 10 minutos. Después, enjuáguelos y a continuación frótelos con la mezcla de sal y aceite de oliva. Por último, aplíquese crema hidratante.

Para tener manos más blancas y uñas más fuertes, frote las manos con leche. Deje que se sequen al aire. Vierta una gota de limón en un recipiente con aceite y frote las manos de nuevo con esta mezcla. Con un algodoncito empapado, insista en las uñas.

Para las ojeras y bolsas, mezcle una papa con la piel bien limpia con migas de pan empapadas en leche. Acuéstese y aplíquese la mezcla sobre los ojos, dejando actuar de quince a veinte minutos mientras se relaja.