Juan Carlos y Dawer llamaron la atención. Los automóviles son un serio peligro para las personas que caminan hacia Portobelo. (Foto: Carlos Ortega y Delfia Cortez / EPASA)
Jesús Simmons y Delfia Cortez
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Se cuidan. Dos peregrinos del Cristo Negro de Portobelo fueron objeto de curiosidad ayer, por su vestimenta deportiva, su aspecto "yeyé" y el uso de paraguas. Su peregrinaje dista mucho de lo que el panameño común está acostumbrado a ver en las mandas hacia Portobelo. Hasta su forma de pensar es singular: "El "Naza" no dijo que usaras paraguas, pero hay que cuidarse del cáncer de la piel", expresó Juan Carlos y su amigo Dawer, para justificar el uso del cubre sol, mientras caminaban por Chilibre hacia Colón, a su encuentro con el santo de su devoción.
DEVOTOS MAS ALLá DE LAS FRONTERAS
Son fieles creyentes de que la fe mueve montañas y gracias a ella, el Cristo Negro Milagroso los sanó de enfermedades incurables o les concedió una gracia.
Una de ellas es Milagros Maitía, quien desde hace siete años viene desde Cali, Colombia, pues sufría de fuertes dolores en los huesos que no la dejaban en paz, ni siquiera dormir. Al escuchar de que en Portobelo había un santo que curaba toda dolencia, se acercó y en ese lapso sintió un llamado a la conversión a través de la mirada del Nazareno. Hoy, aquellos malestares son cosas del pasado, por lo se comprometió a caminar desde Sabanitas hasta la iglesia de San Felipe en agradecimiento al Cristo Negro.
EL CRISTO NEGRO ACTUA EN PANAMA
Otro de los que camina desde hace cinco años es Benito Apolonio, oriundo de Calidonia. Su peregrinaje se inicia desde San Miguelito, por lo que trae consigo zapatillas suaves, mucha agua, dinero y alguna frazada para descansar cuando se puede. Relató que la manda que paga surgió por su hijo de 15 años, pues sufría de una enfermedad en el estómago y que lo mantenía recluido en el hospital. Afirma que le pidió al Cristo Negro que sanara a su vástago y para la gloria de Dios, hoy su hijo tiene 27 años y es padre de tres niños, razón por la que Apolonio está convencido de que lo que se pide con fe, se consigue.
SEGURIDAD
En Portobelo se han establecido unas 300 unidades para brindar seguridad y ayuda a los visitantes, mientras duren las festividades.
Por otro lado, se conoció que se mantendrá el impuesto a los vehículos en la entrada de Portobelo, específicamente en el corregimiento de María Chiquita. Ese dinero se utilizará para contratar cuadrillas que limpien todos los sectores públicos una vez culmine la fiesta.
RECOMENDACIONES
Luis Sucre, director del Sistema Nacional de Protección Civil (SINAPROC), recomienda a los peregrinos alimentarse bien antes de empezar a caminar, además de ingerir bastante agua y líquidos para evitar la deshidratación y utilizar chalecos reflectores por las noches para que puedan ser vistos por los conductores.