Descalza durante dos meses seguidos, y caminando por todas partes con su vestimenta morada, la conductora del 3T 572, Querube Soto, paga al Cristo de Nazareno todas las bendiciones recibidas. Le presentamos el caso de una de las seguidoras del Cristo Negro de Portobelo, la colonense Soto, que a sus 39 años, lleva 24 años caminando al histórico poblado de la Costa Arriba para demostrar que su fe ha sido recompensada. Esta vez caminará desde Los Lagos en Cristóbal hasta Portobelo. "A mí me han secuestrado en mi taxi, me han herido con arma blanca en el cuello y casi me matan, pero le pedí con fe a mi Cristo Negro y él me salvó de esos percances", dijo Querube, que hasta pidió que la Policía Nacional no la persiguiera como hace un año atrás.

Nos contó que en la calle se encuentra con muchos peligros, ya que es una mujer que sale a buscar su sustento en su vehículo selectivo, y para ello necesita de la protección del Nazareno. Dijo que al mes de nacida tuvo un problema pélvico renal que la dejó paralizada. Y como su madre, que ahora es evangélica, la ofreció al Nazareno al mes de nacida, después que fue curada en el Hospital del Niño, quedó agradeciéndole que la sanó.

"Todo lo que yo he pedido al Cristo a mí me lo ha cumplido, porque no se trata de pedir riquezas, sino protección y salud", expresó Querube.

Ella ofrece al Cristo Negro tres meses de manda y sus pies, que son muy importantes, porque no le gusta sentir nada del piso, pero en ese tiempo entra descalza a todas partes donde hay cualquier cantidad de suciedad. Para dormir se quita la túnica. Cuando la ven descalza en sitios donde no la conocen, como restaurantes, no la quieren dejar entrar ya que presumen que tiene algún problema mental, pero dice que eso no le importa. En lo que sí está clara esta devota del Cristo Negro, es que nada se le puede ofrecer al Cristo y no cumplirle, porque te lo cobrará.

La devota del Nazareno envió el mensaje a los lectores de Día a Día: "Todo lo que se pide con fe al Cristo Negro se consigue, pero hay que retribuirle".