Ya la gente de Villa Zaíta anda con el machete en la mano, por cualquier eventualidad. Así dijo un lector, que de manera jocosa, se queja de que la entrada a la barriada está llena de monte, tan alto, que el área se ha convertido en un peligro para los residentes, no sólo por las alimañas, sino porque a la gente de mal vivir, esos matorrales les pueden servir de guarida para esperar a cualquier cristiano y asaltarlo. El lector se pregunta qué hace la corregiduría del área, que no multa a los dueños de lotes, y tampoco el Municipio se inmuta en limpiar a ambos lados de la vía.
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