La décima está pega. Primero, fue El Reto y ahora, Semilla de Cantores. Bueno, creo que fue una gran idea la de Álvaro Alvarado, porque en realidad los niños tienen madera. Especialmente, el pequeño chiricanito Rigoberto Jiménez, quien con solo 7 añitos, se defendió como gato boca arriba. Otro que tuvo mucho apoyo fue el darienita que trajo una barra inmensa.
Como siempre, Juan Torrente hablando hasta por los codos, pero lucía mejor sin las muletas que ya estábamos acostumbrados a ver en "Cuna de acordeones".
A diferencia de los concursos que se han hecho, este será diferente, pues toda la responsabilidad de escoger a los ganadores será del jurado. Y las llamadas solo elegirán al más popular al final del programa.
Vale la pena mencionar, que dentro del jurado desempolvaron al papá de la tardes de cantadera, Rubén Darío Campos, quien estaba perdido.
Pero, al que si no le darán ganas de ver el programa será a Martín Torrijos, pues las críticas y la denuncia social serán el plato fuerte de las décimas que cantarán los pequeños, que hay que reconocer que lo hicieron muy bien, para ser la primera vez que se enfrentaban a una cámara de televisión. Y es que eso es lo que busca Álvaro Alvarado que el concurso tenga un fondo social, según nos explicó, así que durante todo el programa se le dará plomo a la pobreza, al hambre y a la falta de acción por parte del Gobierno. ¡Ojo! Así nos dijo.
Lo más triste de la noche llegó cuando eliminaron a dos participantes. Sí, se fueron Melisa Campines de la provincia de Panamá e Iveth Hernández de la Comarca Ngöbe Buglé.
Otra cosita, también hay que felicitar a Luis Eduardo Quirós, quien hizo de animador de cantaderas al presentar a Tano Mojica y a Miguelito Rivera en la improvisación a los sentenciados a "Bailando por un sueño". No te equivocaste, bien hecho.
Como sugerencia a la producción, creemos que el programa por su naturaleza debe ir a horas más tempranas para que la población infantil la disfrute y entienda, si lo que se busca es promover la décima entre los más pequeños.
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