Teófilo Cubillas integra la lista de los 50 mejores futbolistas de la historia.
Al Bianchini Torres
| DIAaDIA
Calmo, analítico y lleno de fútbol, así luce hoy Teófilo "Nene" Cubillas, el jugador peruano que deslumbró en las copas del mundo de 1970, 1978 y 1982.
Según su óptica, el balompié ha cambiado: "antes se jugaba para ganar, hoy se hace para no perder".
"Antes, los equipos tenían cinco atacantes, dos mediocampistas y tres defensores; los técnicos se preocupaban más por conseguir goles en el arco rival que en defenderse", prosiguió.
Cubillas continuó comparando el fútbol moderno con el de otras épocas, y precisó que antes los equipos tenían siete u ocho jugadores estrellas entre sus filas; sin embargo, "ahora son contados con los dedos de las manos", los sobresalientes.
A su juicio, el rendimiento de los futbolistas ha mermado con los años, porque ahora las competiciones exigen jugar dos o tres veces por semana, lo que hace que el jugador esté más desgastado físicamente y no pueda producir.
"Nosotros jugábamos los fines de semana solamente, disfrutábamos del fútbol, ahora es distinto. Tantas competiciones llevan a los jugadores a hacer corta la pretemporada y vienen los bajos rendimientos.", sostuvo.
LOS RECUERDOS
Cubillas no quiso entrar en polémicas por la derrota de 6-0 ante el local, que dejó eliminado al cuadro incaico en el Mundial de Argentina 1978.
En aquel momento, y tras ese resultado, hubo rumores de soborno al seleccionado peruano.
"Son sólo rumores, en el fútbol se gana y se pierde. Me tocó perder con Argentina, yo estuve ahí. Ellos nos pasaron por encima. Así de simple", contestó.
LA ACTUALIDAD
El "Nene" piensa que Perú se ha dormido y por eso no ha aprovechado a las figuras como Farfán o Pizarro, para tomar nuevamente protagonismo.
Sobre el técnico de la selección peruana de fútbol, José "Chemo" Del Solar comentó que "cada quien debe tomar las decisiones en base a lo que produce", expresando su claro deseo de que éste abandone su cargo.
DESCARTADO
Téofilo Cubillas negó rotundamente, cualquier posibilidad de dirigir al conjunto absoluto de su país.