Parecía un trompo bailando. (Foto: Miguel Cavalli y Erick Marciscano / EPASA)
Diamar Díaz Nieto
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Vale su peso en oro. Juan Gabriel demostró sus kilates en un concierto que duró tres horas y media.
El público compuesto por panameños y mexicanos llenó el lugar y aunque en un inicio su recepción fue un poco fría porque no se conocían las canciones, su percepción cambió cuando salió el mariachi de mi Tierra, agrupación que ha acompañado a Juanga desde siempre. El grupo en compañía de unos bailarines dieron un pincelazo del folclor de esta orgullosa tierra y prendieron de emoción al Figali Convention Center, sitio donde se hizo el concierto.
El repertorio fue variado, ya que cantó más de 30 canciones, entre ellas No vale la pena, Se me olvidó otra vez, Querida, Yo no nací para amar, Abrázame muy fuerte, Hasta que te conocí, Te pareces tanto a mí, Amor eterno, entre otras.
Uno de los momentos más emotivos de la noche fue el homenaje efectuado por Juanga a Rocío Dúrcal, en el que interpretó Quédate conmigo esta noche, Me gustas mucho y Yo necesito saber. Durante el lapso en el que hizo ese tributo pasó imágenes de la artista española en las pantallas gigantes, lo que provocó que la gente aplaudiera rabiosamente ante tanta muestra de cariño. Cabe destacar que en los últimos años de vida de la "española más mexicana", estos artistas se habían distanciado; no obstante con este detalle, se demostró que el divo profesa hacia la fenecida intérprete un especial cariño y cualquier cuenta pendiente había sido salda. Por eso y por mucho más fue una velada inolvidable.