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Tinajitas campeón
El delantero Víctor Torres (blanco) fue el mejor jugador del partido. (Foto: Víctor Arredondo / EPASA)

Ricardo Archibold Méndez | DIAaDIA

En la vida de los reclusos, el deporte es de gran aporte para la inclusión social, ya que les brinda a los detenidos las herramientas necesarias para relacionarse sanamente y también genera hábitos de conducta.

Entre lluvia, goles y bodasterminó ayer el Campeonato Intercarcelario de Fútbol 2010, Copa Herminio Rivera, que se realizó en la cancha Ernesto "Cascarita" Tapia, de la Ciudad Deportiva Irving Saladino, en Juan Díaz.

El onceno de la Cárcel de Tinajitas se coronó campeón en este certamen, luego de vencer 1-0 a los chicos de El Renacer.

El jugador Víctor Torres fue quien anotó el gol de la victoria para El Tinajitas, en el segundo tiempo del partido.

No es una novedad que el deporte tiene la capacidad de transformar la vida de las personas, lo que no nos imaginábamos es hasta qué punto esto es posible en la vida de un recluso.

Sin lugar a dudas, la actividad física le da a ellos la posibilidad de convivir pacíficamente y también de crear amistades alrededor de una actividad sana.

Una de las mayores recompensas que la práctica deportiva brinda es la alegría y diversión que se experimenta cuando se practica un deporte, pero en el caso de los reclusos también es una oportunidad para olvidar el entorno que los rodea y realizar una actividad que los despeja.

No cabe dudas de que el deporte influye en la vida de los reclusos. Es irónico pensar qué hubiera sido de la vida de muchos de los presos si en su niñez y juventud hubieran tenido más acceso a actividades recreativas, ya que a través del deporte y la actividad física las personas pueden llegar a formar valores y hábitos de vida que los alejen de las drogas, la violencia y las malas influencias.

TERCER LUGAR

El equipo de La Joya y el Ejército de Salvación quedaron con tercer y cuarto lugar, respectivamente.





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