
Cinco comunidades en el distrito de Barú resultaron ayer afectadas por el desbordamiento del río Chiriquí Viejo.Fotos:Cortesía SINAPROC
Cinco comunidades en el distrito de Barú resultaron ayer afectadas por el desbordamiento del río Chiriquí Viejo.Fotos:Cortesía SINAPROC
Cinco comunidades en el distrito de Barú resultaron ayer afectadas por el desbordamiento del río Chiriquí Viejo.Fotos:Cortesía SINAPROC
No querian usar explosivos en el embalse.
Cinco comunidades en el distrito de Barú resultaron ayer afectadas por el desbordamiento del río Chiriquí Viejo.Fotos:Cortesía SINAPROC
No querian usar explosivos en el embalse.
Cinco comunidades en el distrito de Barú resultaron ayer afectadas por el desbordamiento del río Chiriquí Viejo.Fotos:Cortesía SINAPROC
No querian usar explosivos en el embalse.
Cinco comunidades en el distrito de Barú resultaron ayer afectadas por el desbordamiento del río Chiriquí Viejo.Fotos:Cortesía SINAPROC
No querian usar explosivos en el embalse.
Cinco comunidades en el distrito de Barú resultaron ayer afectadas por el desbordamiento del río Chiriquí Viejo.Fotos:Cortesía SINAPROC
No querian usar explosivos en el embalse.
En forma natural sucumbió en la madrugada de ayer, el embalse en el río Palo Blanco en Barú, lo que ocasionó la evacuación de 100 residentes, cuyas casas estaban debajo de las aguas de este afluente, mientras que horas después se registraron inundaciones por el desbordamiento del Chiriquí Viejo en las comunidades de Zapote, La Esperanza, Corotú, Almendro y La Colcha, ubicadas en las antiguas áreas bananeras en el distrito del mismo nombre.
“Fue un milagro de Dios que este embalse, cuyas dimensiones eran de consideración, haya sucumbido de manera natural y que no haya ocasionado daños a las comunidades que estaban ubicadas aguas abajo”, afirmó Arturo Alvarado, director del Sistema Nacional de Protección Civil.
El dique cedió en horas de la madrugada de manera natural y no hubo necesidad de utilizar explosivos como habían recomendado los expertos que visitaron el área y que buscaban una alternativa para resolver el problema, señala el funcionario.
Añadió que las familias que estaban en los albergues de Progreso y Puerto Armuelles están siendo enviadas a sus casas para que puedan realizar las limpiezas necesarias para habitar sus viviendas.
En tanto que, a consecuencia de las inundaciones provocadas por el desbordamiento, ayer fueron evacuadas, de las comunidades de Zapote, La Esperanza, Corotú, Almendro y La Colcha, unas 300 personas entre adultos y menores, a las cuales se les ubicó en el albergue temporal de Progreso.
Los afectados reciben colchonetas, alimentos, agua y reciben atención por parte del Ministerio de Salud, además del Ministerio de Vivienda que realiza evaluaciones sobre las afectaciones en cada una de las comunidades.
Pedro Tejada, de la comunidad de Zapote, señala que su casa se llenó de agua, mi nevera, los muebles, hubo que treparlos en la mesa y el agua seguía subiendo por lo cual tuve que salir con mi familia, ya que corríamos riesgos por los niveles del agua.
Las labores de rescate son coordinadas por el propio director de Sinaproc, Arturo Alvarado, quien asegura que se les brindará el apoyo a todas las comunidades afectadas.