
La educación escolar es una responsabilidad de los padres y los maestros; sin embargo, los padres envían a sus hijos a las escuelas para recibir una educación escolarizada e instructiva pero en algunos casos pueden estar olvidando educarlos para la vida, educación que con mayor efectividad debe ser impartida en casa.
La educación es un tema bidireccional, es decir, que tanto los padres como los maestros contribuyen en la formación de nuestros niños.
La educación no solo es transmitir la enseñanza basada en palabras, números y otros conocimientos académicos, sino instruir en valores, responsabilidad. Es facilitarles el camino para que se desarrollen como personas, transmitirles amor por la vida y por todo lo que nos rodea.
Para educar bien no necesitamos de un basto conocimiento en ciencias, matemáticas o filosofía; educar es brindar todo el amor en las palabras y acciones que transmitimos a los niños.
Si usted participa activamente en la educación de sus hijos, encontrará beneficios como un ambiente favorable para el niño, favorecer la adaptación del niño o niña, su hijo logra un mejor rendimiento académico, aprenden de la responsabilidad de los padres y alcanzan mejor comunicación entre ustedes.
Ponga de su parte
Lleve un control de los deberes de su hijo.
Conozca la vida escolar de su hijo.
Inculque la responsabilidad y el cumplimiento.
Comunique las dificultades del niño o niña a su maestro.
Asista a las reuniones en la escuela.
Conozca a los maestros.
Motive a su hijo en la participación en actividades culturales dentro del plantel.
Esfuerzo extra
Enséñele a su hijo que la educación escolar es importante.
Que respete a todos los que se encuentran en la escuela.
Conozca a los padres de los compañeros de su hijo.
Establezca u lugar tranquilo y limpio para que su hijo realice los deberes escolares.
Motívelo a reunir todos los materiales para sus tareas antes de iniciarlas.
Enséñele a pedir las tareas cuando falte a la escuela.
Pregunte a su hijo cómo es su relación con sus compañeros.