La rabia ha sido, en los últimos cinco meses, la enfermedad contagiosa más mortífera del país, lo que ha llevado a Pekín a iniciar una campaña para controlar que todos los perros estén registrados y vacunados.
Según informó el "China Daily", en los primeros nueve meses del año hubo 2, 254 infecciones de rabia, con 2, 108 fallecidos, más de un 25% que el año pasado.
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