El Barcelona solo logró un empate en su visita al campo del Glasgow Rangers (0-0), en un partido dominado totalmente por el conjunto azulgrana que, sin embargo, no ha sabido plasmar su superioridad en el marcador ante un rival eminentemente defensivo.
Se esperaba un Rangers agresivo y aguerrido, pero el conjunto escocés afrontó el encuentro con demasiado respeto y se convirtió en un equipo simplón y fácil de domesticar. La situación benefició al Barça que no tuvo problemas para imponer su juego y erigirse como el claro dominador del encuentro.
Gudjohnsen fue el más activo en los compases iniciales y se movió bien entre líneas. El islandés incluso tuvo una clara oportunidad a la salida de un saque de esquina que salió fuera por escasos centímetros. El improvisado mediocentro cumplió y fue uno de los mejores de su equipo.
El Barça era claramente superior, pero su dominio resultó estéril. La posesión era notablemente favorable para los de Frank Rijkaard; sin embargo, faltó rapidez, osadía, profundidad y descaro a partir de la línea de tres cuartos para penetrar en la tupida defensa local, que tampoco sufrió en exceso para frenar a los catalanes.
RESCATABLE
En un encuentro con un ritmo lento, tirando a aburrido, el único que puso un poco de emoción fue Carles Puyol.
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