Hay madres que se preocupan más de la cuenta si su bebé aún no gatea, se pone de pie o camina.
Se ponen nerviosas, ansiosas y comienzan a compararlo con otros bebés.
Bombardean al pediatra con preguntas como "¿Por qué Pablito no gatea si Rubencito, el hijo de la vecina que es casi de la misma edad que él, ya casi camina?", "¿Será que tiene algún problema psicomotor? y otras por el estilo"
El doctor Miguel Bambú pide calma. No hay por qué preouparse innecesariamente. Dice que lo importante es que las madres entiendan que los cambios no se dan en periodos exactos, sino en rangos de tiempo. Por ejemplo, entre los 2 y 5 meses, volteo; de los 6 a los 8 meses, equilibrio sentado; de los 7 a los 9 meses, arrastrarse o ponerse en cuatro y gatear; de los 7 a los 8 meses, pararse y cerca del año o un poco después, dar los primeros pasos solo.
Si el niño se mantiene en los rangos, dice el pediatra, está dentro de lo normal.
Un dato interesante del especialista es que en ciertas actividades, en general, las niñas van a superar a los varoncitos (voltearse y caminar primero).
Las madres deben observar a sus bebés para seguir de cerca el ritmo de maduración de estos. Los que gatean, se paran o caminan más rápido que otros, sin duda tienen el ritmo de maduración un poquito más acelerado a nivel del sistema nervioso central.
Él recomienda estimularlo y brindarle las condiciones para que logre fortaleza en sus extremidades, agilidad motora y seguridad. Nada de estarlo presionando.
Cuando tiene uno o dos meses es bueno ponerlo sobre una superficie de cierta rigidez (boca abajo), eso sí, en estado de vigilia (despierto), nunca dormido, para que pueda estirar los músculos, columna y cuello. Para que se movilice y logre fuerza y tono muscular en sus extremidades.
Les recuerda a las madres que sólo el bebé sabe cuándo se siente listo para hacer algo. Cuando hace los intentos, es porque tiene el desarrollo psicomotor necesario, y se atreve a dar ese paso. Entonces, colocado en una superficie lo suficientemente rígida (no la cama de los padres), pueden mostrarle un objeto que le guste, como un peluche o un sonajero o dar palmadas e instarlo a que vaya hacia donde la persona que lo llama. Uno a la vez. No deben gritarle desde distintos puntos, lo asustan o confunden.
El Dr. Bambú también les dice a las madres que dejen de forzarlo a gatear o caminar si él no quiere. Además, que no es cierto que se va a poner curvo, si decide que quiere pararse a los 8 ó 9 meses y hasta dar unos pasitos, ya sea agarrado de objetos o de la mano de mamá, papá u otra persona. No sucederá esto si hay en las extremidades inferiores (piernas), la fuerza muscular y condición ósea necesaria. Es asunto de genética y madurez psicomotora.
¿Y qué si el bebé no gatea? ¿Es malo? "No va a pasar nada malo, si él no gatea. El ser humano es genéticamente para estar de pie. Opta por eso. Gatear es bueno, es como una práctica para ir logrando coordinación motora, que se necesitará a la hora de subir escalera, manipular objetos... pero, no pasa nada si el niño no gatea. Eventualmente va a caminar".
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