No es un trabajo en el que puede ganar grandes sumas de dinero, pero por lo menos es honrado. Rolando Batista tiene 18 años y trabaja como ayudante general en el Municipio de San Miguelito, hace unos meses.

Explicó que se salió de la escuela durante un año porque empezó a trabajar, pero admite que también fue porque no quería seguir estudiando. Ahora, él piensa distinto y volvió a ingresar a una escuela nocturna, está en quinto año de Comercio, espera terminar los estudios y tener un mejor trabajo. Además de ahorrar algo de dinero.

"Esa es mi meta, graduarme y estudiar una carrera relacionada en el turismo", dijo convencido el joven que reside en Santa Librada junto a sus padres y un hermano.

SU JORNADA

Rolando tiene un horario de 7:30 a.m. a 3:00 p.m., generalmente se dedica a cortar grama, lo que aprendió gracias a un vecino. "Al principio me costó un poco, pero con el tiempo le agarré el truco", relató.

Explicó que, antes de conseguir ese trabajo que le brinda mayor estabilidad, hacía "camarones" en la construcción, limpiaba pisos o cualquier cosa que le saliera por allí, pero ahora tiene la ventaja de una experiencia laboral.

Consciente de que en la actualidad hay muchos jóvenes que como él lo hizo un día dejó la escuela, Rolando aconseja que no lo hagan. "Hay que seguir adelante, los jóvenes deben alejarse de la delincuencia y sobre todo no abandonar los estudios", afirmó.

META

Rolando quiere ingresar a la universidad para estudiar una carrera relacionada con el turismo.