
Las personas no dejaban de llegar.
FOTO: YANELIS DOM?GUEZ
Las personas no dejaban de llegar.
FOTO: YANELIS DOM?GUEZ
Las personas no dejaban de llegar.
FOTO: YANELIS DOM?GUEZ
“Es una actividad muy bonita, las personas llegan a comprar mucho y así se ayuda a los demás“.
Beatriz La Vítola
“Las ventas son buenas y lo recaudado es para una buena obra, por lo tanto, creo que el objetivo se logrará”.
José Miguel
Las personas no dejaban de llegar.
FOTO: YANELIS DOMÍNGUEZ
“Es una actividad muy bonita, las personas llegan a comprar mucho y así se ayuda a los demás“.
Beatriz La Vítola
“Las ventas son buenas y lo recaudado es para una buena obra, por lo tanto, creo que el objetivo se logrará”.
José Miguel
Las personas no dejaban de llegar.
FOTO: YANELIS DOMÍNGUEZ
“Es una actividad muy bonita, las personas llegan a comprar mucho y así se ayuda a los demás“.
Beatriz La Vítola
“Las ventas son buenas y lo recaudado es para una buena obra, por lo tanto, creo que el objetivo se logrará”.
José Miguel
Las personas no dejaban de llegar.
FOTO: YANELIS DOMÍNGUEZ
“Es una actividad muy bonita, las personas llegan a comprar mucho y así se ayuda a los demás“.
Beatriz La Vítola
“Las ventas son buenas y lo recaudado es para una buena obra, por lo tanto, creo que el objetivo se logrará”.
José Miguel
Las personas no dejaban de llegar.
FOTO: YANELIS DOMÍNGUEZ
“Es una actividad muy bonita, las personas llegan a comprar mucho y así se ayuda a los demás“.
Beatriz La Vítola
“Las ventas son buenas y lo recaudado es para una buena obra, por lo tanto, creo que el objetivo se logrará”.
José Miguel
Este evento reúne a más de veinte “caterers”, chefs y reposteros, quienes ponen a la venta dulce y comida de primera categoría para que la fundación Casita de Mausi recaude fondos.
Además de la venta de comida, hubo un “Kid’s Corner”, que no es más que una esquina de juegos didácticos y manualidades para los niños asistentes.
La misión de la Casita de Mausi es ofrecer un albergue temporal a los pacientes con cáncer y el familiar que lo acompaña, que generalmente viajan del interior del país.
Ximena Cambefort, organizadora de la actividad, explicó que la entrada era abierta a todo el público y que esta es realizada porque muchas personas que habitan allí no tienen seguridad social ni los recursos económicos para cubrir sus necesidades básicas, mientras reciben sus tratamientos como pacientes del Instituto Oncológico Nacional (ION).
Además de la donación de la comida, hay más de 50 voluntarios que todos los años donan su tiempo para que las personas con esta enfermedad tengan un futuro mejor.