El internacional brasileño Robinho, centro de la polémica durante las últimas jornadas, fue la gran estrella en la victoria del Real Madrid en el partido de la Liga de Campeones en el que los hombres de Bernd Schuster vencieron (4-2) al Olympiacos griego, con lo que lideran en solitario el Grupo C de este torneo.
Schuster dio entrada de principio a Robinho, sancionado con un expediente informativo por su retraso la pasada semana tras el Brasil-Ecuador, que acabó con 5-0 para los locales, y, según las malas lenguas, en una loca fiesta de los deportistas canarinhos.
Robinho cumplió. De sus botas salió el pase del primer gol, que pudo haber sido de Ruud Van Nistelrooy, pero, que, tras el rechace de Antonios Nikopolidis, lo anotó Raúl, que encarriló la victoria merengue en su partido 400 en Europa.
Más tarde, Robinho firmaría el empate a dos. Luego forzó el penalti que falló Van Nistelrooy. Y salió glorioso del Bernabeu tras marcar el 3-2 y concederle el cuarto y último a Javier Angel Balboa.
RESPONDIO
Robinho aprovechó el indulto de Schuster para darle la vuelta al partido ante Olympiacos con sus dos goles.
|