Tres problemas, un mismo lugar. En el sector 5 de Cerro Batea, los moradores temen que un día les salga un tigre debido al herbazal que se apoderó del antiguo cementerio y de lo que un día fue un parque de juegos.

Hacen un llamado a las autoridades para que manden una cuadrilla al área, porque les preocupa que se formen los criaderos del mosquito transmisor del dengue.

Por si fuera poco, durante muchos años han sufrido de desabastecimiento de agua potable, pues ésta se va a eso de las 7:00 a.m. y llega como a las 10:00 p.m.

Pero éste no es el único problema, pues la calle está llena de huecos y ya no le hace el caliche que le tiran los moradores para taparlos.

Ya ni los niños tienen dónde jugar, debido a que hasta la cancha de baloncesto está sin luminarias y, lo peor, hace un tiempo, una joven fue abusada sexualmente porque los delincuentes se esconden entre los matorrales.