Moza, quiero decirte que me gusta mucho tu columna y por eso es que confío en ti y hoy te pido ayuda.

Lo que a mí me pasa, tal vez sea cuestión de decisión, pero no sé qué me sucede y por qué no me atrevo a decidirme.

Moza, mi novio me quemó con otra chica y metió tanto la pata, que aún no me repongo de lo que me confesó. Él me dijo que meses atrás cuando peleamos fuerte, tuvo un desliz con una chica y ahora ella le ha confesado que está embarazada. Yo, desde ese día, no lo trato ni mal ni bien, he decidido no decir nada, porque no sé qué decisión tomar como te dije al principio.

Mi pareja me ha pedido que lo perdone, que es cierto que cometió un error, pero me ama más que a nadie en el mundo. Lo más triste es que me ha pedido, además, que no lo deje solo, ya que esa chica no quiere al bebé y él le ha dicho que se hará responsable de su hijo. Dice que por nada del mundo no dejará a ese bebé solo, porque él no pidió venir al mundo y no tiene la culpa del error que cometió. Yo lo amo, pero no puedo entender cómo me pudo hacer algo tan horrible.

Él asegura que la chica es una amiga de la infancia, que no quiere al bebé porque tiene su pareja, que vive en el extranjero, y que apenas el bebé nazca partirá para allá, por lo que no lo puede cuidar más. Imagínate que se lo quería sacar y él no se lo permitió. ¡Ayúdame!

OTRA OPORTUNIDAD

La historia que me has contado me ha dejado sorprendida, sobre todo porque muchas personas están acostumbradas a juzgar a los demás y jamás piensan que todos cometemos errores. Mira, ese chico está pagando con creces lo que hizo; por eso me atrevo a darte un consejo, que te reitero es tu decisión, pero yo te daré mi opinión. A mí me parece que debes darle una oportunidad, sobre todo porque un buen hombre es aquel que quiere a sus hijos, a su madre y a su familia.

Mira que por encima de tu amor, que afirma es lo más grande que tiene, te ha reiterado que no abandonará a su hijo y eso deja mucho que decir de él. Piénsalo y tal vez ese chico, el bebé y tú lleguen a ser tan felices como nunca has imaginado. ¡Suerte!