Tal como se lo habían anunciado a las autoridades y, pese a ser desalojados el miércoles, los precaristas de la barriada El Toro volvieron a levantar sus casas de madera, pencas, cartones y zinc. Otros no lo hicieron en la noche, pero sí ayer temprano.
Todo lo que había sido destruido por las autoridades locales, casi estaba en pie una vez más.
Veinticuatro horas después de los hechos, los moradores aseguraron que son gente de escasos recursos y que vivían alquilados o con familiares en la misma barriada.
El pasado fin de semana decidieron invadir los terrenos.
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