Sobre esta inquietud, Xavier Sáez-Llorens, jefe de Infectología Pediátrica del Hospital del Niño, expresó que la mayoría de las vacunas son compradas por el Ministerio de Salud (MINSA) a través de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que es un organismo que consigue los mejores precios para toda la región latinoamericana.
El médico dijo que a nivel privado, las vacunas se venden según la ley de oferta y demanda. "Algunos médicos cobran precios altísimos por ciertas vacunas, lo que a mi criterio es inmoral, pero esos pacientes pueden optar por cambiar de médico e irse con los que cobran precios razonables", resaltó.
¿COMO SE PUEDE CONTROLAR ESTA IRREGULARIDAD?
A juicio de Sáez-Llorens, el Ministerio de Salud (MINSA) debería poner un tope en las ganancias de facultativos por aplicar vacunas y establecer sanciones ejemplares en quienes lo incumplen.
Por su parte, el Dr. Paul Gallardo, de la Sociedad Panameña de Pediatría, reaccionó diciendo que no es que en los consultorios privados cobren por las vacunas, sino por la aplicación y conservación de la misma. "Las actividades de medicina en las clínicas privada es una cosa tan individual que todavía no es controlada por las autoridades. Los honorarios médicos van de 10 a 40 y más. Está difícil regular eso", alegó.
SOLO DEBEN REPORTAR SU APLICACION
Gallardo también dijo a DIAaDIA que no hay un tope para la cantidad de vacunas que piden los médicos al MINSA, de manera gratuita, la única condición es que las personas a las que se les entrega la vacuna deben volver a la institución e informar sobre las inyecciones aplicadas, y así el MINSA tiene una noción sobre la cobertura del biológico.
Por lo anterior, no hay un monitoreo de si en efecto los galenos colocan esas vacunas de manera gratuita.
FALTAN INCLUIR LAS MAS CARAS
Gallardo puntualizó que todavía hay algunas vacunas por agregar al Esquema Nacional de Inmunización, como las inyecciones del neumococo y la de la varicela, pero tiene entendido que el MINSA está gestionando incluirlas. Ambas vacunas son las más costosas para los padres de familia y, obligatoriamente, para minimizar las dolencias de las enfermedades, son puestas únicamente en clínicas privadas.