
Solo hubo pérdidas materiales.
FOTO: ERICK BARRIOS
Solo hubo pérdidas materiales.
FOTO: ERICK BARRIOS
Dios los cuidó. Yariela Torres es residente desde hace 20 años de San Felipe y jamás había tenido un susto tan grande como ayer en la madrugada, cuando parte de la losa del caserón en que vive se desplomó. Ella agradece a Dios que su nieto de ocho meses se había quedado a dormir en la planta baja, pues el estruendo fue grande y pudo haber ocurrido un accidente fatal.
Yariela y 10 familias más salieron en medio de la madrugada, desesperados por la situación y fue poco lo que lograron salvar de sus pertenencias, por eso piden a las autoridades que les den una ayuda o consigan un lugar digno para vivir.
El Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc) llegó a realizar las inspecciones y dio a conocer que este caserón tenía cuatro años de haber sido declarado inhabitable, pero las personas insisten en quedarse allí y poner en peligro sus vidas, ya que la estructura es vieja y está débil.
Warren Beitía, director de Desarrollo Social del Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial, dijo que evaluarán la situación que están pasando las familias y que por el momento serán reubicados en un hotel de la localidad, por 15 días; posteriormente, se les otorgará un subsidio de 150 dólares mensuales, para que puedan pagar un alquiler.