El duelo del "Clásico de Otoño" del béisbol profesional estadounidense, ahora se traslada a territorio de los Rockies, al Coors Field de Denver. Será la primera vez que los Rockies sirvan de anfitriones en un juego de Serie Mundial. Su objetivo es lograr el primer triunfo en el tercer partido de hoy y comenzar la remontada.
Los Rockies están abajo en la serie con dos derrotas consecutivas, después que en la primera, de división y en la del campeonato de la Liga Nacional, habían logrado sendas barridas de 3-0 y 4-0 frente a los Filis de Filadelfia y Cascabeles de Arizona, respectivamente.
Boston tendrá en el montículo a Daisuke Matsuzaka frente a Josh Fogg. Los antecedentes históricos no acompañan a Colorado. Treinta y nueve de los 50 equipos que ganaron los dos primeros juegos terminaron proclamándose campeones, es decir, el 78% de los casos. Doce de los últimos 13 se consagraron, con la única salvedad de los Bravos de Atlanta, víctimas de los Yanquis de Nueva York en 1996.
"BIG PAPI"
David Ortiz empacó meticulosamente sus cosas y no podía olvidarse de un objeto muy valioso: las gafas protectoras que usan los nadadores. Las mismas que sirven para cubrirse los ojos al rociarse champaña tras ganar una Serie Mundial.
Tal es la euforia que los Medias Rojas de Boston irradian al aventajar 2-0 a los Rockies de Colorado en la Serie Mundial, a un par de victorias para conquistar su segundo Clásico de Otoño en cuatro años.
"No los vamos a dejar respirar. Si los tienes contra la lona, hay que mantenerlos ahí", declaró Ortiz, el bateador designado de los Medias Rojas. "Fíjense en lo que pasó en la serie de campeonato contra Cleveland, cuando nosotros fuimos los que vinimos de atrás".
Ortiz podría jugar como inicialista el sábado, cuando la serie se trasladará a Denver para sus siguientes tres partidos. Se trata de un cambio de mundos, del vetusto y enclaustrado Fenway Park al enorme Coors Field, enclavado en las Montañas Rocallosas, donde los Rockies depositan las bolas en compartimientos especiales para que estén húmedas.
BARRIDA
Tras ganar los dos primeros partidos en casa, los Medias Rojas se dirigen a Colorado con la intención de liquidar a los Rockies.
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