
En la provincia de Colón, Víctor Sinclair es muy conocido por su popular ritmo.
Foto: Odalis Orozco
En la provincia de Colón, Víctor Sinclair es muy conocido por su popular ritmo.
Foto: Odalis Orozco
En la provincia de Colón, Víctor Sinclair es muy conocido por su popular ritmo.
Foto: Odalis Orozco
Diferentes grupos han surgido y mantenido sus tradiciones y su cultura afroantillana.
En la provincia de Colón, Víctor Sinclair es muy conocido por su popular ritmo.
Foto: Odalis Orozco
Diferentes grupos han surgido y mantenido sus tradiciones y su cultura afroantillana.
En la provincia de Colón, Víctor Sinclair es muy conocido por su popular ritmo.
Foto: Odalis Orozco
Diferentes grupos han surgido y mantenido sus tradiciones y su cultura afroantillana.
En la provincia de Colón, Víctor Sinclair es muy conocido por su popular ritmo.
Foto: Odalis Orozco
Diferentes grupos han surgido y mantenido sus tradiciones y su cultura afroantillana.
En la provincia de Colón, Víctor Sinclair es muy conocido por su popular ritmo.
Foto: Odalis Orozco
Diferentes grupos han surgido y mantenido sus tradiciones y su cultura afroantillana.
Sinclair aprovecha los espacios que se dejan entre una y otra escuela para buscar a sus clientes; sus versos surgen de las cualidades o características físicas que poseen.
Cuando quieren enamorar a una dama, los muchachos les envían al músico para que les cante un pregón resaltando algunos de sus atributos que las vuelve locas.
Lo cierto es que sus versos surgen de la nada y el público goza con su música.
Sinclair heredó ese talento de su padre, que toca el banjo y cantaba en el grupo Calipso Panamá.
Valioso legado
El movimiento de música con este ritmo es el legado de los negros provenientes de las Antillas que llegaron con la construcción del Canal de Panamá. Esta música fue muy escuchada en las provincias de Colón, Panamá y Bocas del Toro. El género se fue desarrollando en la zona de tránsito o franja canalera ocupada por las ciudades de Panamá y Colón, con expresiones musicales derivadas de las múltiples influencias culturales extranjeras que generaron interesantes propuestas musicales, pero eminentemente urbanas y en relativa desconexión con el hombre del campo.
En las fiestas colonenses nunca falta el buen calipso y esta tradición es pasada de generación en generación.