
Una vez en casa, la mascota suele necesitar medicación de por vida.
Conviene eliminar, en la medida de lo posible, el polvo y el humo del ambiente: el humo de cigarrillo, pulverizaciones, aerosoles, arena para gatos con polvo, entre otros factores.
También es conveniente llevar un buen control con las desparasitaciones y no permitir que el paciente tenga sobrepeso (control de la dieta).