Su padre lo encontró frío al amanecer de ayer, luego de pasar más de nueve meses con una bala alojada en su cabeza.
El padre de Benjamín Jiménez, un joven de 17 años, lo llamó para que se levantara de la cama, para advertirle que saldría del apartamento ubicado en una de las multi de Cabo Verde, pero descubrió que su cuerpo estaba exánime.
Las razones inmediatas aún se desconocen, lo cierto es que Benjamín tenía una bala alojada en su cabeza, desde el 31 de diciembre de 2003, hecho ocurrido en calle 14 entre el límite de San Felipe y El Chorrillo. Según fuentes oficiales, Benjamín se escapó del Hospital Santo Tomás, donde recibía asistencia médica. Al parecer tenía que asistir periódicamente al médico y mantener un buen cuidado; sin embargo, sus amigos indicaron que él se arrancaba y de vez en cuando tenía fuertes dolores de cabeza. La PTJ y la Fiscalía Auxiliar determinaron que este caso se trataba de una muerte natural, pero las investigaciones continúan.
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