Cuidando a los difuntos
Sus experiencias han sido muchas, como señaló, no es un trabajo fácil estar rodeado de muertos.

Georgina Damián | DIAaDIA

Su trabajo es poco común, pero lo desempeña desde hace 35 años con mucha dedicación. Francisco González es un panameño que trabaja en el Cementerio de Amador.

Cuando empezó a los 21 años era sepulturero, pero ahora es el capataz encargado de la planilla de los exhumadores y de los de mantenimiento; además, debe estar pendiente de todo lo que suceda en el cementerio.

Sus experiencias han sido muchas, como señaló, no es un trabajo fácil estar rodeado de muertos.

Contó que cuando se inició en este trabajo tuvo una fuerte impresión, ya que le tocó sacar una osamenta. La impresión fue tal que no pudo comer por una semana.

Señaló que de joven tenía miedo de trabajar en el cementerio por las historias que narran sobre los muertos, pero con el tiempo aprendió a querer su trabajo y a ponerle empeño, pues la situación económica que se vive no es la mejor como para estar desempleado.

Vive en La Chorrera con su actual pareja. Desde temprano se levanta para estar puntual en el trabajo a las 8:00 de la mañana y emprender la jornada que, en ocasiones, suele ser pesada, porque bajo el intenso sol o la fuerte lluvia está siempre junto a la tumbas, supervisando que todo marche bien.

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