¿Desde cuándo no dice los buenos días al montar un bus, un taxi o llegar a su trabajo? ¿Hace mucho tiempo? Entonces quizás usted se ha convertido en una de esas personas, que hasta cierto punto caen mal por maleducadas o sin modales. Recuerde que los buenos modales son la expresión de lo mejor que cada uno tiene en su corazón para dar a los otros. Es por esto que es importante que tome en cuenta que:
Debe aprender a sonreír, independientemente de su temperamento. Tener el hábito de saludar, independientemente del cargo que tiene en su lugar de trabajo. Vigilar el tono de sus palabras para no ofender a otros. Ser consciente del daño que hacen las malas palabras y murmuraciones. Ser consciente de que las carcajadas en una mujer la hacen parecer vulgar. Saludar con respeto a una persona mayor, dar el puesto a un anciano o a una embarazada, saber escuchar y no interrumpir, no secretearse en público ni comentar intimidades de la familia, colocar la televisión o la radio a volumen moderado y ofrecer ayuda, son modales que se han ido perdiendo. Depende de usted recuperarlos. ¡Haga el intento!
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